Los templos
Chiang Mai posee más de 300 templos, cantidad que aumenta año a año. En ellos se encuentran algunos de lo más importantes de Tailandia, como el Wat Phra Shing o el Wat Chedi Luang, ambos de obligada visita. En el segundo, existe la posibilidad de sentarse a charlar con los monjes sobre lo humano y lo divino, eso sí, en inglés. Ambos están dentro de la parte antigua y a 10 minutos andando el uno del otro. Del segundo, cabe destacar el impresionante chedi hoy medio en ruinas. El más antiguo de la ciudad es el Wat Chiang Man, situado cerca de los anteriores.
Cerca de Chiang Mai está el Wat Phra That Doi Suthep, que corona la montaña del mismo nombre. Fundado en 1383, es un punto de peregrinación importante. Su impresionante chedi dorada ha sido restaurada recientemente. Cuenta la leyenda que el rey dejo en manos de un elefante blanco la elección del sitio para levantar el templo. La mejor hora para visitarlo coincide con el amanecer o el atardecer, cuando los monjes cantan sus mantras. Si el día lo permite, las vistas de Chiang Mai son también espectaculares. Si se tiene pensado alquilar una moto, se puede subir por la sinuosa carretera. Desde la falda de la montaña se puede contratar un songtaw.
Además de los mencionados, hay otros muchos interesantes templos, que dejamos en manos de lector la decisión de visitar. Una buena idea puede ser recorrer a pie la parte antigua de la ciudad donde el paseante se encontrará con más de una agradable sorpresa. En muchas ocasiones, son los templos menos conocidos y menos turísticos los que permiten una visita más relajada y si se tiene suerte, presenciar algún ritual budista.
También aconsejamos contratar un guía local que hable castellano. Lo normal es que el turista visite muchos templos a lo largo de su estancia en Tailandia y es mucho más agradable si uno puede diferenciar las distintas partes de los templos y el por qué de los ritos budistas.
Recordar que hay algunas normas para visitar los templos. Las principales son que hay que descalzarse al entrar y que no se pueden tener los hombros y rodillas al descubierto. Hay que tenerlo en cuanta por que sólo en unos pocos prestan ropa a los turistas para que puedan entrar. En la mayoría simplemente no nos dejaran entrar. Tampoco se puede fumar y por educación, tampoco levantar el tono de voz.